Las carillas dentales son láminas delgadas de porcelana o resina compuesta que se adhieren a la parte frontal de los dientes. Son utilizadas para corregir una variedad de problemas dentales, como dientes manchados, descoloridos, desalineados, desgastados, rotos o separados.
Durante la evaluación inicial para la colocación de carillas dentales, el dentista realiza un examen detallado de la boca del paciente para determinar el número necesario de carillas y el tipo de material más adecuado a utilizar, ya sea porcelana o resina. Este proceso permite garantizar resultados estéticos y funcionales.
En el caso de las carillas de porcelana, se lleva a cabo un procedimiento conocido como «preparación dental». Esto implica un ligero desgaste del esmalte dental en la superficie frontal de los dientes destinados a recibir las carillas. Este desgaste es mínimo y generalmente equivale al grosor de las carillas que se van a colocar. Se debe de tomar en cuenta la cantidad de esmalte removido, ya que debe ser suficiente para permitir que las carillas se adhieran de manera segura y duradera, pero sin comprometer la estructura de los dientes.
Una vez que se completa la preparación, se toman impresiones para crear carillas personalizadas que se ajusten perfectamente a la forma y tamaño de cada diente.
Por otro lado, las carillas de resina ofrecen una alternativa menos invasiva, ya que se pueden colocar directamente sobre los dientes sin necesidad de tallar o desgastar el esmalte dental. Este proceso es especialmente adecuado para casos en los que se requiere un cambio estético menor o para pacientes que desean evitar el desgaste del esmalte dental.
La colocación directa de carillas de resina implica la aplicación de capas delgadas de resina compuesta directamente sobre la superficie dental, esculpiéndolas para lograr la apariencia deseada. Una vez que se logra la forma deseada, se endurece la resina utilizando una luz de polimerización.
El funcionamiento de la luz de polimerización se basa en la capacidad de ciertos compuestos químicos presentes en la resina compuesta, llamados fotoiniciadores, para iniciar la reacción de polimerización cuando se exponen a la luz adecuada. Estos fotoiniciadores absorben la energía de la luz emitida por la lámpara de polimerización y desencadenan una serie de reacciones químicas que resultan en la formación de enlaces cruzados entre las moléculas de la resina, convirtiéndola de una sustancia maleable a una sólida y endurecida.
Completamente personalizables
Las carillas dentales se consideran personalizables debido a la capacidad de los profesionales dentales para adaptar cada aspecto del proceso de colocación y diseño a las necesidades de cada paciente. Esta personalización comienza desde la evaluación inicial, donde se estudia la anatomía oral del paciente, su color y forma dental, así como sus preferencias estéticas.
La personalización de las carillas también se extiende al diseño de estas. En Clínica Cherizola Clavell utilizamos tecnologías avanzadas, como el modelado computarizado y la impresión 3D, para crear carillas que se ajusten a las dimensiones y características de los dientes del paciente. Esto implica ajustar la forma, el tamaño, el color y la translucidez de las carillas para que se integren con el resto de la dentadura y proporcionen un resultado estético natural.
Además, las carillas pueden ser personalizadas en términos de material y técnica de fabricación. Por ejemplo, las carillas de porcelana ofrecen una apariencia más natural y una mayor resistencia a las manchas, mientras que las carillas de resina compuesta pueden ser moldeadas directamente en la boca del paciente, lo que reduce el tiempo de tratamiento. La elección del material y la técnica depende de las necesidades y preferencias del paciente, así como de la recomendación del odontólogo en función del caso clínico específico.
¿Cómo cuidarlas?
El cuidado y mantenimiento adecuado de las carillas dentales nos garantiza su durabilidad y estética a largo plazo.
- Higiene oral: Mantener una buena higiene oral para proteger tanto las carillas como los dientes naturales. Esto incluye cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de dientes suave y pasta dental fluorada. Es importante utilizar una técnica de cepillado correcta para evitar dañar las carillas y evitar el uso de pastas dentales abrasivas que puedan rayar la superficie de las carillas.
- Hilo dental diario: El uso del hilo dental nos ayudará a eliminar la placa bacteriana y los residuos de alimentos entre los dientes y debajo de las encías, donde el cepillado no puede alcanzar. Para cuidar las carillas dentales, se recomienda usar hilo dental suavemente entre los dientes, asegurándose de no tirar con fuerza para evitar desalojar las carillas.
- Enjuague bucal sin alcohol: Se puede complementar la rutina de higiene oral con un enjuague bucal sin alcohol recomendado por el odontólogo. Este tipo de enjuague puede ayudar a reducir la acumulación de placa y mantener la salud de las encías sin dañar las carillas.
- Evitar alimentos y hábitos que puedan dañar las carillas: Algunos alimentos y hábitos pueden comprometer la salud de las carillas dentales. Se recomienda evitar morder alimentos duros, como nueces o hielo, que podrían astillar o romper las carillas. También se debe evitar masticar objetos no alimenticios, como lápices o plumas.
- Protección contra el bruxismo: El bruxismo, que es el rechinar o apretar involuntario de los dientes, puede ejercer presión adicional sobre las carillas dentales, lo que aumenta el riesgo de daño. Para aquellos que sufren de bruxismo, se puede recomendar el uso de un guarda bucal hecho a medida para proteger tanto las carillas como los dientes naturales.
- Visitas regulares al dentista: Programar citas regulares para exámenes dentales. Durante estas visitas, el dentista evalúa el estado de las carillas y realiza cualquier ajuste necesario. Además, se pueden detectar y tratar problemas dentales en etapas tempranas, lo que ayuda a prevenir complicaciones y garantiza la salud a largo plazo de las carillas y los dientes naturales.
¿Es doloroso?
El proceso de retirar una pequeña cantidad de esmalte dental se realiza con anestesia local para minimizar cualquier molestia o sensibilidad. Es posible que después de que el efecto de la anestesia se desvanezca, el paciente sienta una leve sensibilidad en los dientes, pero esto suele ser temporal y puede aliviarse con analgésicos de venta libre según las indicaciones del dentista.
Después del procedimiento, es posible que el paciente sienta una ligera sensibilidad en los dientes durante unos días, así como una sensación de presión en la boca debido a la adaptación de las carillas. Sin embargo, estos síntomas generalmente son leves y temporales.
Programa tu cita en Clínica Cherizola Clavell para una evaluación completa de tu situación dental. Analizaremos tus preocupaciones y desarrollaremos un plan de tratamiento personalizado que se adapte a tus necesidades y objetivos dentales.
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